El Pacto
Ella se separó llevándose en la boca su
esencia. Se levantó acariciándole el pecho y él la observó mientras se alejaba,
contemplando su cuerpo, cubierto con un vaporoso kalasiris que acentuaba su
belleza inhumana.
Salió de la estancia abandonándolo con sus pensamientos y pasó
el resto del día inquieto, haciendo cábalas sobre el precio que había pagado
por salvar a su pueblo.
Nota: Fragmento de la novela "Paria".
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