Hombres sin mujeres...

Pacheco tiró el libro al asiento del copiloto… "Kino" era un jodido buen relato, yakuza y jazz, olor a sexo e incienso, cuerpos tatuados y el sabor metálico de la sangre. Era un maldito buen relato… Pero Murakami era imbécil. Hombres sin  mujeres… Dácil decía que probablemente le ayudaría a entender por qué le abandonaron.
Pacheco lo sabía con exactitud: era un poli. Para el, su trabajo era su vida. Sin horarios, sin tiempo, servir, proteger y toda esa mierda.
Qué coño iba a saber Dácil de la vida si era una pipiola de veintipocos… 

Él a sus cuarenta no estaba para tonterías. Si Paola se había largado era su jodido problema, ahora tenía cosas más importantes que hacer. Su móvil no paraba de sonar con la recepción de mensajes de güasap. Desbloqueó el dispositivo que estaba sujeto al salpicadero del coche y pudo ver el icono del avestruz con ojos saltones que Dácil tenía como imagen de perfil… Pacheco sonrió y leyó de un vistazo los mensajes: el primero eran los datos del denunciante, el resto eran advertencias variopintas para que tuviese cuidado.
 
Pacheco era el mejor subinspector de la nacional, un sabueso con instinto, de los de la vieja escuela. Pero en ese momento sumó dos más dos y cayó en la cuenta de lo que tenía delante y con su olfato de poli no había sabido ver: Dácil llevaba cuatro años ahí, aguantando sus malos días, sus bajones, sus traspiés y sus gilipolleces de veterano.  Ella siempre estaba ahí, a su lado. Era la mujer que siempre había buscado. Ya estaba grandito para amoríos y amantes, el quería una compañera para las duras y las maduras…
 
Abrió la guantera del coche patrulla y sacó las rayban que su compañera le había regalado porque le hacían parecer un poli americano. Se miró en el espejo sonriente, planeando ignorar lo que pudieran decir en la comisaría, cuando el subinspector invitase a cenar a la novata.
Abrió la puerta y despejó su mente. Ahora debía centrarse en resolver quién cojones había mangado cuatro toneladas de aguacates de una finca…


 Publicado originalmente en "El club de los retos de Dácil"